Las Bardenas Reales se caracterizan climatológicamente por sus escasas precipitaciones de carácter torrencial, veranos muy calurosos e inviernos fríos, debiendo remarcarse el efecto erosivo de las tormentas y el fuerte viento.
Con una morfología nada convencional, su paisaje está formado por grandes planos o llanuras, multitud de cabezos, cerros-testigo y planas de estructura tabular. Su altitud ronda los 659 metros de cota máxima y 280 de cota mínima.
La red hidrográfica de las Bardenas Reales está constituida por barrancos que se expanden por todo su territorio. El agua sólo discurre por ellos cuando llueve, formándose en los barrancos de mayor tamaño balsas aisladas que se mantienen el resto del año.
Entre los barrancos más importantes, destacan el barranco de Agua Salada, que drena la parte Noroccidental y desemboca en el Aragón cerca de Villafranca, el barranco de Limas, que cuenta con la mayor cuenca y recibe las aguas de la depresión de la Blanca que traslada al Ebro, cerca de Arguedas, y el barranco de Tudela, paralelo a la carretera de Egea y que también desagua en el Ebro.
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